Slow Tourism. Una forma natural de viajar. Culto a la excursión. Una actitud hacia el viaje.
En los últimos años, la Serranía de Ronda y los pueblos aledaños han consolidado un modelo de turismo que trasciende la simple visita turística: el slow tourism o turismo sostenible. Esta tendencia continúa ganando adeptos, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de conectar profundamente con el territorio, sus tradiciones y su entorno natural.
Lejos de las masificaciones del turismo convencional, los visitantes que eligen esta modalidad buscan una experiencia auténtica, sumergiéndose en la vida cotidiana de las comunidades locales. En la Serranía de Ronda y el Valle del Genal, la riqueza cultural y natural se manifiesta en su oferta gastronómica —como el mazapán de castañas, las chacinas artesanales o los vinos con denominación de origen— y en la preservación de su patrimonio natural, como los bosques de alcornoques y encinas. Este enfoque pone en valor el respeto por el tiempo, la memoria y las tradiciones locales, alejándose del fast food en favor del slow food, con un fuerte abrazo al slow tourism.
Un enfoque integral hacia la sostenibilidad
El turismo sostenible en la Serranía de Ronda no se limita al disfrute del visitante. La apuesta por este modelo ha demostrado ser también una estrategia eficaz contra el despoblamiento rural. Proyectos como Cicerones Rurales: Slow Tourism Málaga, financiados por la Diputación de Málaga, han fomentado la formación y el emprendimiento en turismo sostenible. Desde su creación, se han formado más de 150 emprendedores, quienes han desarrollado rutas, experiencias y alojamientos que respetan y promueven el entorno y las tradiciones locales.
En la actualidad, este modelo se ha ampliado con iniciativas como talleres de gastronomía tradicional, festivales sostenibles y programas de ecoturismo en colaboración con instituciones públicas y privadas. Además, los esfuerzos por reforzar el senderismo como práctica central han dado frutos con el mantenimiento y señalización de nuevas rutas que conectan los pequeños pueblos de la región.
Natacha Rivas, vicepresidenta de la Diputación de Málaga, enfatizó en su última intervención: “El slow tourism no solo protege el medio ambiente y nuestras tradiciones, sino que devuelve la vida y el protagonismo a los pueblos, promoviendo un desarrollo equilibrado y sostenible”.
Más allá del turismo: Un estilo de vida
El slow tourism ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una filosofía. En la Serranía de Ronda, esta práctica está cambiando la relación entre los visitantes y el entorno, priorizando la calidad frente a la cantidad. Desde alojamientos rurales hasta actividades al aire libre, este tipo de turismo ofrece experiencias memorables y respetuosas con el medio ambiente.
Si bien los tiempos han cambiado desde la introducción de este modelo, su esencia permanece: disfrutar del momento, respetar lo auténtico y contribuir al equilibrio social, cultural y ecológico de uno de los rincones más bellos de España.