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`El trabajo del productor tropical nacional debe dirigirse a la lucha por una diferenciación basada en la calidad´

Coordinación, asesoramiento administrativo y técnico, comunicación con las instituciones, divulgación especializada y una mirada de cercanía ante las inquietudes de los cientos de agricultores, profesionales y decenas de firmas comercializadoras que conforman un colectivo que es el motor económico de las dos comarcas más septentrionales y singulares del continente europeo, La Axarquía y la Costa Tropical de Granada. La bióloga y especialista del Comité Técnico de la Asociación Española de Tropicales Teresa Rodríguez, junto a la titular del departamento de administración de la entidad Mariví González, nos acercan a la realidad de su labor en una organización que, desde Vélez Málaga y para toda España, cumple una década de intensa acción corporativa en favor del campo Tropical.

Teresa Rodríguez y Mariví González en AFT

Una década da para mucho; más aún cuando se trabaja desde el epicentro de uno de los subsectores que más valor añadido aportan al Primario Andaluz y español desde las provincias de Málaga y la Costa de Granada; un verdadero motor económico para dos comarcas que han visto que ‘otro mundo’ en lo referente al empleo, a la actividad profesional y al horizonte de futuro para la población joven, es posible más allá de ladrillo y del turismo. Desde Vélez Málaga y con vocación nacional, pues cada vez son más los productores y empresas que se suman a  la causa desde las regiones del Levante, Canarias o las provincias occidentales de Andalucía; la Asociación Española de Tropicales (AFT) cumple una década de servicio en favor de los intereses de los agricultores y profesionales de un sector que encara importantes desafíos relacionados con la competencia del producto que llega desde más allá de las fronteras nacionales, el déficit de infraestructuras hidraúlicas largamente prometidas por las administraciones para las zonas productoras, pero que siguen sin acometerse; y un mercado global cada vez más preocupado por la sostenibilidad y los alimentos de cercanía. La bióloga Teresa Rodríguez y la titular de servicios administrativos Mariví González son dos de las voces menos conocidas de puertas afuera de la AFT, pero de las más apreciadas en clave interna por la labor que llevan a cabo dentro del colectivo.

Asesoramiento y gestión, contacto con instituciones y administraciones, correa de transmisión de muchas de las demandas del sector, divulgación e información, construcción de identidad corporativa y puesta en común de novedades en torno a los intereses de productores y firmas destacadas del sector. Son sólo algunas de las tareas que conforman el día a día de estas profesionales cuyo rostro y voz; pese a estar casi siempre al otro lado de la cámara o de los focos, es de sobra conocido por los cientos de integrantes de la única organización sectorial que defiende los intereses específicos del campo tropical español.

EN CLAVE NACIONAL; SINGULARIDAD

Tras más de un lustro moviéndose entre los engranajes y bambalinas de la Asociación coinciden en que aún queda camino por recorrer y que la labor de la organización de la que forman parten, que inició su andadura en 2013, tiene hoy más sentido que nunca; “ya que son muchos los retos que el mercado global nos trae; especialmente el de la llegada de materias primas de otras latitudes del planeta; un producto con el que podemos competir pero con el que sólo hay una manera de hacerlo y esa es la de las potencialidades y especiales características de nuestros aguacates y mangos”, asegura Rodríguez, quien es también una de los integrantes destacadas del Comité Técnico que asesora a la AFT junto a otros tres compañeros. La bióloga, con más de veinte años de experiencia, lo tiene claro: “El trabajo del productor de tropical español debe girar en torno a la lucha por la diferenciación en la calidad”; una afirmación que suscribe Mariví González; quien en su día a día al otro lado de las tareas administrativas y de gestión de la Asociación aprecia cómo esa y no otra es la clave que aporta valor añadido al mango y al aguacate de cercanía. “Casi todas las demandas de información que nos llegan, así como el interés de expertos, investigadores y medios de comunicación de carácter internacional gira en torno a este aspecto”, precisa; un hecho que apostilla desde la perspectiva facultativa Rodríguez “pues son muchas las potenciales organolépticas y las singularidades en torno a matices de sabor, textura y decenas de aspectos más que hacen diferentes a las materias primas producidas aquí, en nuestra tierra; unas características en la que sin duda tiene mucho que ver el proceso de maduración en su ambiente, así como la influencia del clima, del terreno y de temperaturas”.

Campo de aguacates

Rodríguez defiende la labor que la nueva generación de productores de la zona está llevando a cabo y sus mayores dotes de profesionalización; un hecho que va en línea con las nuevas tendencias de la sociedad actual en relación a las formas de cultivo sostenibles y a la preservación de recursos: “Su nivel de formación es mayor y les preocupa el medio que les rodea, pues han ido desarrollando sus inquietudes en paralelo a las nuevas demandas sociales. Demandan información y asesoramiento sobre los métodos de producción que son más armónicos con el ecosistema; y especialmente en relación al uso de los recursos hídricos, que como sabemos son limitados en estas comarcas. Aquí no se desperdicia ni una sola gota de agua y todos los sistemas de riego se encuentran a la última y optimizados al máximo”.

Para Mariví González, que se encuentra en permanente contacto con los socios de la AFT; pues su voz es la que siempre o casi siempre se encuentra al otro lado de la línea telefónica o del mail, resolviendo dudas y demandas desde su sede central en la Avenida Condado de Huelva de Torre del Mar, “está claro que en esta comarca ha habido un antes y un después de la puesta en valor y del desarrollo de los cultivos tropicales. Han abierto nuevos horizontes para la población de la zona; que prácticamente tan sólo tenía dos caminos, o la construcción o el turismo; y eso en el mejor de los casos, cuando no la emigración hacía otros lugares. Se trata de una actividad que ha dinamizado enormemente la actividad y que ha generado riqueza, unos recursos que además se quedan aquí, porque luego se reinvierten en negocios y servicios de estos pueblos, favoreciendo el proceso de economía circular; por lo que son un auténtico motor económico en clave local”.

FACTOR UNIÓN

Tanto Rodríguez como González, que desarrollan su labor bajo la supervisión de una Junta Directiva conformada por una importante representación de productores y profesionales con un amplio bagaje en torno al campo tropical, no dudan en apuntar al factor “unión” como elemento clave para conseguir alcanzar los grandes objetivos y retos que este subsector productivo tiene ante sí; “pues sólo con una voz unitaria y marcando directrices comunes podremos mantener una posición fuerte en el plano de la comercialización, de los criterios unitarios de producción marcados por líneas de homogeneidad que nos lleven a lograr mayores estándares de calidad y, sobre todo, para que podamos llevar nuestras demandas ante las administraciones e instituciones en cuyas manos se encuentra la materialización de las tan necesarias infraestructuras hidraúlicas que con tanta urgencia necesitamos para las zonas de producción y de las que va a depender, en gran medida, nuestro futuro”.

La Asociación Española de Tropicales (AFT), con sede en Vélez Málaga y que inició su andadura en el año 2013, es la organización más importante del sector y el único con la capacidad de aglutinar a casi medio millar de agricultores y productores de todo el país; que representan más de 3.400 hectáreas de cultivo localizadas en cinco comunidades autónomas y que conforman el núcleo de un segmento fundamental del Primario Andaluz y Español.