La Pitaya es una fruta originaria de América del sur en su mayoría, cuyo cultivo se ha extendido tanto en zonas tropicales como en Asia, y recientemente ha llegado a España haciéndose conocida como un “superalimento” más rentable incluso de cosechar y cultivar que el aguacate. Esta fruta, podemos encontrarla en tres variedades comunes del territorio español: pitahaya roja, que es más bien de un color parecido al fucsia en su exterior y de pulpa blanca, la pitahaya roja de pulpa roja y la pitaya amarilla, cuyo exterior es de este color mientras que su pulpa se mantiene con un tono blanquecino.
Su cultivo fue introducido a Andalucía hace aproximadamente ocho años en Andalucía por la empresa sevillana Frondis Pitaya, la cual cuenta con una sede en Guillena. De este modo ,el producto subtropical ha sido un detonante en el mercado y por los precios que alcanza ha incrementado el interés de muchos agricultores de la localidad. La denominada “fruta del dragón” ya cuenta con cultivos en Guillena, Dos Hermanas, Carmona, Aznalcóllar y aumenta su conocimiento y la demanda en el mercado al cosecharse en el verano.
En consecuencia, para el pasado año 2020, se constituye en Huelva la Sociedad Cooperativa Andaluza Pitaya de Andalucía, conformada por productores andaluces y portugueses que comprenden la gran rentabilidad de sembrar esta fruta, aunque requiera del uso de invernadero para cubrir las plantas cultivadas y asegurar su conservación.
De igual modo, el curso de la siembra de plantas de pitaya se produce mediante esquejes y gracias al sistema de hidroponía se desarrollan sin enfermedades del suelo libres de la contaminación. Entre sus ventajas destacan la duración de la planta la cual alcanza los 20 años de edad, la rentabilidad para el agricultor, su productividad y la ausencia (por el momento) de plagas que las ataquen. Por lo pronto el sector espera, diseñar una fábrica para el procesado de la fruta y poder aprovechar las propiedades de su cáscara única en la industria cosmética.
