La papaya es un fruto tropical alto en fibra que proviene de la planta herbácea Carica Papaya y supone un importante activo en la agricultura de España.
El interés en los cultivos de papaya se localiza en el sureste del país, favorece la diversidad agrícola y gastronómica, del mismo modo que el crecimiento de la agricultura como sector económico fundamental. Las papayas made in España requieren de importantes cuidados para obtener frutos óptimos y de calidad, el auge en su consumo la ha llevado a competir con el mango y el aguacate en cuanto a su consumo nacional e interés popular.
El costo de la papaya en comparación a otras frutas locales es elevado. Muchas personas se preguntan constantemente a qué se debe esa diferencia y es porque el uso de invernadero y los diferentes cuidados especiales que se deben realizar para que se obtenga una cosecha óptima y en buenas condiciones. Los procesos de aclimatación de los que dependen deben de simular la humedad del verano, mejorar los rendimientos y elevar la calidad de la fruta.
España es básicamente el único país de la Unión Europea que cultiva y comercializa la papaya. Este hecho y la cercanía con el mercado europeo son expuestos en un estudio realizado por la Universidad de Almería, Departamento de Agronomía, como puntos de beneficio para su comercio y, compensan en gran medida, el aumento de sus precios.
Es importante destacar que la comarca de Axarquía en Málaga, es la mayor productora de frutas tropicales en todo el país y en Europa. Las 10 hectáreas correspondientes a su cultivo en Axarquía se encuentran todas bajo la protección de los invernaderos y hacen que su precio en los meses de otoño e invierno (al producirse menos cantidad) aumenten y sean demandados en el mercado, por el contrario, en primavera y verano se ve un leve descenso de su precio y el incremento del producto disponible, momento en el que no se puede bajar demasiado su precio o se encontraría por debajo de los costos de producción.