Este fruto originario de América y Europa se compone en gran parte de agua y macronutrientes, lo que lo convierte en un alimento muy completo usado en numerosas recetas alrededor del mundo. Algunos de estos nutrientes son de tipo tradicional, como sus valores de vitamina C (22.9 mg) y Vitamina A (1499 IU), que le otorgan sus cualidades antioxidantes.
También incluye otros importantes micronutrientes de los cuales destacan la niacina (1069 mg), vitamina B6 (0144 mg) y de folate (27 mcg), del mismo modo que algunos minerales como es el caso del potasio (427 mg) una propiedad que al presentarse repetidas veces en la dieta ayuda disminuir la presión alta y el riesgo de cardiopatías.
Gracias a estas sustanciosas cualidades, el tomate aporta beneficios al organismo y a la salud, disminuyendo incluso la probabilidad de adquirir ciertas enfermedades de riesgo y uno de los fitonutrientes que más se han mencionado en recientes investigaciones es el Lycopene (4231 mcg) que en su acción antioxidante es capaz de disminuir el flujo de radicales o moléculas de oxígeno inestables que tienden a generar enfermedades como el cáncer. Además, los licopenos también son responsables de otorgarle al tomate su color rojo brillante, su fibra lo hace provechoso para evitar o corregir el estreñimiento, ayuda a mantener sana la vista, cuida la piel y es diurético.
Promoción del consumo del tomate y otros frutos
La FAO y la OMS, se han encargado desde el año 2003, de efectuar campañas a favor del consumo de frutas y hortalizas, lo cual según algunas investigaciones, ha podido incrementar la producción y el consumo hortofrutícola. Desde entonces las nuevas tendencias también han apoyado la importancia de incluir alimentos nutritivos en la salud, dando a conocer los beneficios nutricionales y su aporte a un estilo de vida equilibrado. Recientemente la ONU declaró al año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras con este mismo fin.