Hoy contamos en Mundoagro algunas pinceladas de la vida de Yolanda López, fundadora de Biocopy, una plataforma donde se ofrece redacción de textos éticos que realcen los auténticos valores de la sostenibilidad.
Yolanda López es abogada de profesión, pero fiel defensora del medio ambiente de vocación.
Su pasión por la sostenibilidad le llevó a formarse como Educadora Medioambiental y trabajar como Agente de Desarrollo Local en el pueblo de la sierra oeste de Madrid, donde vive desde hace trece años, Fresnedillas de la Oliva.
¿Quién es actualmente Yolanda BioCopy?
Actualmente soy una persona con pasión por lo que hace. Acompaño a marcas sostenibles en su proceso de creación y redacción de textos en coherencia y con consciencia, para crear una marca auténtica, con verdadera esencia ecológica.
¿Cómo nace BioCopy?
BioCopy nace de mi pasión por la escritura y la profunda conexión que siento con la naturaleza. Me dediqué al mundo del derecho, a la educación medio ambiental y tuve una web sobre emprendimiento en la naturaleza.
Bajo el lema: “Por vivir en un planeta mejor” BioCopy por el buen servicio que ofrece pero sobre todo destaca por su filosofía y valores.
¿Hablas de valores, podrías destacar alguno de Yolanda como persona?
Los valores de sostenibilidad como estilo de vida. Vivo en un entorno rural, compro a productores locales intentado evitar el consumo irresponsable e incluso hago voluntariado para que los cetáceos tengan el lugar que se merecen en el mar.
¿Y cómo se embarca en el emprendimiento de la escritura?
Como niña curiosa y muy creativa, naturaleza, lectura y escritura casi nacieron al mismo tiempo. El amor por la naturaleza se forjó en mi niñez, jugando en los prados de la Sierra de Guadarrama, cogiendo moras, caracoles, ranas y descubriendo que en el bosque me encontraba en mi hogar.
«El amor por la naturaleza se forjó en mi niñez»
Mi historia con la escritura comenzó como devoradora de libros. Ahí descubrí que me apasionaba escribir. Era mi medio preferido de expresión. Solo para mí. Pocos sabían que escribía, salvo los receptores de mis cartas.
Cuando tuve que elegir qué carrera estudiaba, mi padre y mi tutora de COU me dijeron: «te vas a morir de hambre».
Quería estudiar Historia para especializarme en Arqueología. Quería viajar y descubrir civilizaciones antiguas y escribir sobre las experiencias que iba a vivir y el descubrimiento de otras culturas. Mi parte aventurera asomaba con 17 años.
Así como soy buena chica, de la rama de letras, aunque me apasionan la ciencias naturales y la biología marina, me incliné por estudiar Derecho, sin embargo, mientras ejercía hice otras cosas muy interesantes.
Por último, ¿algunas actividades que realices o que recomiendes?
Una experiencia muy grata fue descubrir el voluntariado con la Sociedad Española de Cetáceos en el Archipiélago Canario, donde me fui de voluntaria un verano. Después lo hice con la Asociación ANSE en su goleta «El Else» y con Cetaceos y Navegación navegando con el Karyam. Viajé a Argentina para poder mirar muy de cerca a la ballena franca austral.
Como ADL mi trabajo se desarrolló hacia el impulso del Museo Lunar que se inauguró en el 2010 por la implicación que tuvo Fresnedillas de la Oliva en la carrera espacial, y el proyecto Apollo de la NASA. Te puedes imaginar lo que disfruté en esta actividad…
Jamás pensé que conocería a personas tan interesantes y especiales que vivieron los momentos del aterrizaje del Saturno V, en la misión del Apollo XI. Entre ellos, tuve la oportunidad de conocer a Charles Ducke piloto del módulo lunas del Apollo XVI.
También he creado un servicio llamado Arqueología Ética, del que podremos hablar en próximas entrevistas…
En Mundoagro seguimos contamos historias sobre acciones de empresas que apuestan por la sostenibilidad y aplican ODS, como en este artículo sobre buenas prácticas en materia de ODS.