El subtrópico se encuentra en zonas con unas condiciones climatológicas especiales, donde el clima cálido se puede describir como un intermedio entre el templado y el tropical que se encuentra adyacente a los trópicos y donde las lluvias son estacionales. Teniendo en cuenta esta descripción inicial se puede hablar de algunas características comunes del cultivo subtropical, comenzando por sus nombres y formas llamativos, sabores que resultan exóticos para el paladar europeo y que además tienden a ser nutritivos y sabrosos, favoritos para gran parte de la población que viene de las zonas tropicales.
Por ejemplo, el aguacate y el mango son dos de los cultivos más famosos con los que cuenta el clima mediterráneo, zonas ideales para estas especies, donde no ocurren heladas y el clima ronda los 24°C la mayor parte del año. Además de estos dos frutos otros cultivos subtropicales que se pueden observar en el mediterráneo son el longan y el lichi, productos un poco menos conocidos.
Según la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera (CR Palos) el campo de Huelva cuenta con características apropiadas de suelo, agua y clima, para el cultivo de aguacate, mango y papaya. Además, Málaga y Granada cuentan con una gran cantidad de plantaciones para estos cultivos.
Los cultivos subtropicales también tienden a ser de menor densidad, sin embargo, entre sus ventajas se encuentra la gran rentabilidad de sus cosechas, siendo mucho mayor que la de los cítricos y hortalizas. Igualmente, algunos de ellos cuentan con una larga vida unidos a la planta, como es el caso del aguacate HASS, el cual puede estar hasta tres meses en perfectas condiciones si se mantiene en el árbol y cosecharse cuando resulte más rentable dada la demanda, de este modo lo afirmó el directivo de la Estación Experimental La Mayora, del CSIC en España.
